Una parte significativa de la población es asmática, de eso no hay duda. Además, la cifra de personas con esa condición no hace más que aumentar alrededor del mundo. ¿La explicación? Lo cierto es que hay muchas, sin embargo, el investigador Thomas Platts-Mills cree que la culpa de que seas asmático la tiene la televisión principalmente.
¿Por qué la televisión tiene la culpa de que seas asmático?
La principal causa ambiental del asma es la contaminación, la cual dificulta la respiración y debilita los pulmones. Sin embargo, el estudio de Platts-Mills refleja que el hecho de pasar muchas horas delante del televisor es casi igual de malo. Porque, durante esas horas no solo no ejercitamos nuestros pulmones con actividad física, si no que, además, nuestra respiración cambia.
Y no precisamente para bien. Ya que, como dejan ver los resultados, al ver la televisión respiramos de forma más débil que, por ejemplo, leyendo o andando. Lo que desemboca en que a tus pulmones les cueste cada vez más funcionar con normalidad. Algo que, con el tiempo, tiene la culpa de que seas asmático.
¿Existe una solución?
Por desgracia, una vez que se es asmático, ya hay poco que hacer más allá de contar con los medicamentos adecuados. Sin embargo, siempre se puede reducir el riesgo de padecer este tipo de patologías. Y no, la solución no pasa por romper la televisión en mil pedazos, a pesar de que pueda parecer lo más obvio.
Lo correcto para conseguir unos pulmones saludables es, ni más ni menos, usarlos. ¿Cómo? Pues haciendo deporte, saliendo a andar o, simplemente, no permaneciendo todo el día sentado en el sofá viendo series.
Elimina otros factores de riesgo
La televisión puede tener una parte de la culpa de que seas asmático, si. Sin embargo, el estudio también refleja que si vives en una ciudad es más probable que desarrolles este tipo de afección. El culpable, en este caso, sería el propio aire y la contaminación que arrastra. Algo que parece imposible de combatir, ¿no? Pues, en realidad, sí que hay algo que se puede hacer.
Por ejemplo, comprar un filtro para el aire de carbón activo. Un aparato que puede ayudarte a limpiar el aire en el interior de tu casa. Y, si bien no va a hacer que respires siempre aire puro, puede echarte un cable a la hora de cuidar de tus pulmones. Otros consejos que pueden venirte muy bien es que trates de irte los fines de semana a zonas con el aire más limpio.
Hacer deporte, por supuesto, es mucho más que recomendable. Sin embargo, hay un «pero». Y es que si haces deporte en zonas con alta contaminación o con muchos vehículos circulando, puede ser peor el remedio que la enfermedad. Ya que mientras haces actividad física, tus pulmones trabajan más y, en ese caso, absorberán más agentes dañinos.
Imágenes: Unsplash y Freepik