Seguro que alguna que otra vez te has quedado dormido como un bebé en el sofá justo después de comer. Tranquilo, nos ha pasado a todos, y lo cierto es que es normal, ya que hay una explicación científica detrás de ese sueño. Así que, si quieres descubrir por qué nos entra sueño después de comer, sigue leyendo.
¿Pasa siempre?
La respuesta rápida es que no, no pasa absolutamente siempre que comemos (gracias a Dios). Si no que es algo que depende de varios factores. Los más importantes son el tipo de comida que hayamos tenido y nuestros niveles de cansancio. Ya que no es lo mismo darse una comilona estando muy cansado que comer una ensalada tras una buena noche de descanso.
Las comidas «a evitar» si tenemos que mantenernos activos por la tarde son, sobre todo, las que tengan una carga alta de hidratos de carbono y proteínas. De forma que, si es posible, convendría evitar la pasta, el arroz y carnes como el pollo o la ternera.
La hora a la que comas también tiene que ver
Otra de las razones por las que nos entra sueño después de comer tiene que ver con la hora a la que comamos. La explicación es que tu cuerpo tiene «ciclos» de actividad, y al comer estás mandándole la señal al cuerpo de que «toca descansar». Esto se ve más acentuado si encima comemos mucho.
Ya que el azúcar en nuestra sangre aumentará y nuestro cuerpo pedirá a gritos una siesta para recuperarse. De forma que, si fuera posible, lo suyo sería comer lo más tarde posible y evitando terminar hinchados.
Evita el sueño después de comer
Si estás obligado a mantenerte alerta después de comer por tu trabajo o simplemente quieres aprovechar más esas horas del día, no pasa nada, porque te traemos la solución. Y es que si en lugar de una comida «grande» haces dos o tres más pequeñas repartidas a lo largo de unas horas, verás como no te entra sueño después de comer.
La clave de esto es mantener nuestro estómago vacío (sin pasar hambre) y alejar nuestra mente de un estado de «satisfacción» que nos empuja a dormir.
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