Pasando un mes sin prácticamente salir de casa es muy pero que muy fácil ganar unos kilos extra. No solo no nos movemos todo lo que solíamos, si no que también es posible que, con eso de estar dando vueltas por casa terminemos comiendo más de lo que deberíamos. Y si ya te empiezan a apretar los pantalones, no lo dudes y sigue estos consejos.
1.- No guardes de más
Si llenas la despensa de chocolatinas, patatas y todos los caprichos que se te ocurran, no vas a tardar en vaciarla. Por eso mismo es mejor no tentar a la suerte y reducir al mínimo los snacks que compres. Mejor llena la nevera de frutas y verduras.
Tendrás ese toque dulce igual de cerca pero será mucho mejor para tu dieta. Además, como suelen ser mucho más baratas, te ahorrarás un buen pico. ¡Todo ventajas!
2.- Cíñete a la rutina
Del mismo modo que sigues yéndote a dormir y despertándote a la misma hora, es importante que tus horas de comer no varíen mucho. Primero porque así no tendrás que ajustarla cuando vuelvas a tu día a día. Y segundo, y más importante, porque así sabrás, más o menos, cuando deberías tener hambre.
De forma que olvídate de picotear porque te aburres una hora después de comer. Si además nos has hecho caso y no has llenado los armarios de snacks, será mucho más fácil comer únicamente cuando te toca.
3.- Mantente ocupado
Si te pasas todo el día mirando al techo, es más fácil que tu cerebro se aburra y dirija su atención a la comida. Por eso mismo es importantísimo mantenernos ocupados. Por eso y por no volvernos locos, que también. Da igual si lo que haces es leer libros, ver películas, jugar a videojuegos o hacer punto de cruz. Lo importante es mantener la mente distraída.
Si te ves muy motivado incluso puedes aprovechar y aprender un idioma o ponerte a hacer ese curso On-line al que te apuntaste. Las posibilidades son casi ilimitadas. Pero claro, tienes que poner de tu parte.
4.- Si picas, con moderación
Si caes en la tentación y vas directo a coger un par de onzas de chocolate, no pasa nada. Pero déjalo ahí. Porque si vuelves a los tres minutos y te terminas la tableta, será mucho peor. Por eso mismo tienes que grabarte a fuego en la cabeza que no pasa nada por «caer», pero es importante saber cuando parar.
Lo mismo se aplica a las patatas fritas o a las galletas saladas. No pasa nada por coger una o dos, pero cuando devoras medio paquete puede que empiece el problema.
5.- La importancia del descanso
Dormir tus 8 horas diarias es más importante de lo que en principio parece. No solo porque así evitarás volverte loco y tener más hambre que de normal. Y es que la falta (o el exceso) de sueño te altera las hormonas. Lo que se traduce, normalmente, en que tengas hambre a todas horas.
Lo peor de esto es que, por mucho que intentes resistirte, es muy difícil, porque las hormonas son muy difíciles de combatir. Y por mucho que intentes resistir la tentación es prácticamente imposible que lo consigas. Haciendo que ganar unos kilos extra sea más fácil de lo que piensas.