Normalmente si vas a pedir un préstamo al banco te piden un montón de requisitos, papeles y firmas. Eso normalmente, claro. Porque el banco italiano Credito Emiliano hace tiempo que acepta ruedas de queso como garantía a la hora de solicitar un préstamo. Aunque claro, no a cualquiera y no cualquier queso.
El banco del Parmigiano Reggiano
Uno de los quesos más conocidos del mundo, el parmesano, es el protagonista de esta historia. Y es que este banco italiano lleva desde el final de la Segunda Guerra Mundial utilizando este queso como garantía para muchos de los préstamos que otorga. ¿La razón? Hay varias, pero la principal es el valor del propio queso.
Y es que cada rueda de Parmigiano Reggiano llega a alcanzar los miles de euros una vez puesta a la venta. Pero claro, para eso hacen falta, al menos, dos años. Ya que ese es el tiempo mínimo de curación de este tipo de queso. Aunque el proceso puede llevar hasta 10 años.
Una tradición con mucho recorrido
Esta curiosa forma de respaldar préstamos comenzó con el final de la Segunda Guerra Mundial, momento en el que la economía de la región estaba prácticamente destruida. Sin embargo, los habitantes de la región tenían que continuar con la producción de queso, su modo de vida.
En esa circunstancia, el banco comenzó a aceptar ruedas de queso que aún necesitaban tiempo de curación como garantía de pago de los préstamos concedidos. De esta forma, esta práctica se fue extendiendo hasta la actualidad. Y es que, hoy en día, el banco tiene más de 300.000 ruedas de queso en sus cámaras. Con un valor de más de 160.000 millones.
Un símbolo nacional
A raíz de esto, el banco Credito Emiliano se ha convertido en un auténtico símbolo para Italia. No solo por ser un «auténtico banco italiano», si no por permitir a pequeños negocios prosperar gracias a esta posibilidad crediticia.
Y es que su público principal son las llamadas piccole imprese, las pequeñas empresas familiares. Aunque, por supuesto, el banco hace algo más que guardar el queso, claro. También se encargan de cuidar de las ruedas y asegurar que el proceso vaya como la seda.
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