Una de las cosas que más difícil tienen los padres es dar de comer verduras a sus hijos. Y, aunque les obliguemos, lo más probable es que a medida que crezcan sigan sin hacerle gracia este tipo de alimentos. Aunque no hay que preocuparse, ya desde Curiosify te enseñamos a engañar a tu cerebro para que te gusten las verduras.
Las comidas menos queridas
Lo cierto es que, desde pequeños, nos hace más ilusión una pizza, un filete o cualquier tipo de alimentos en esa línea que comer brócoli, zanahorias o espárragos. Sin embargo, es muy importante incorporar un buen número de verduras en nuestra dieta si queremos una buena salud a largo plazo.
Pero eso es algo muy complicado de hacer si no nos gustan estos alimentos. Aunque, por suerte, hay algunos «trucos» que podemos usar para engañar a nuestro cerebro. El primero, y más efectivo, es cambiar de hábitos a unos más saludables y añadir la verdura a nuestra dieta.
Más verduras, más salud
A medida que nos vayamos sintiendo mejor, con más energía y más contentos, todo ello mientras aumentamos la cantidad de verduras consumidas, asociaremos estos alimentos con esa sensación. Lo que terminará por hacernos querer esos alimentos que nos hacen sentirnos bien.
Otra forma de hacer que te gusten las verduras es experimentando. Buscando nuevas formas de prepararlas que se adecúen más a tu gusto. Para ello hay mil y una combinaciones posibles, desde las clásicas a la plancha hasta cosas más modernas como marinados. Tu imaginación es el límite en este caso.
Predica con el ejemplo
Si tienes hijos y quieres que ellos también coman verduras, predica con el ejemplo. Al verte a ti comer este tipo de alimentos ellos se sentirán más seguros y querrán probarlos también. De hecho, hay estudios que demuestran que estas mucho tiempo expuesto a verduras hace más probable que terminen gustándote.
También es muy eficaz en este caso tener frutas y verduras sustituyendo otro tipo de snacks. Es decir, si en lugar de repostería y dulces tenemos manzanas y peras, con el tiempo esos hábitos permanecerán ahí, haciéndonos preferir las frutas.
«Esconder» las verduras es contraproducente
Lo que no debemos hacer, sin embargo, es ocultar las verduras. «Esconderlas» junto a otros alimentos u obligar a comerlas tendrá los efectos contrarios a los deseados, ya que se proyecta una visión negativa de los alimentos.
De modo que sería una buena opción decirle adiós a meter verduras «ocultas» a tus platos y comenzar a darles más protagonismo en tu cocina.
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