Llegas a casa y tu perro se te echa encima, te da lametones y no se separa de ti. Tu gato, por su parte, te mira con indiferencia desde el sofá (si da la casualidad de que no está durmiendo) y, si tienes suerte, te maulla desde la distancia. Algo que, como todo en la vida, tiene explicación. Por eso mismo, desde Curiosify te contamos por qué tu perro te adora y tu gato te ignora.
Tu perro te adora, tu gato te ignora
Y es que un estudio de la Universidad de Lincoln sobre comportamiento animal se ha centrado en este aspecto. Reflejando que, efectivamente, los gatos hacen «menos caso» a los humanos que los perros.
Algo que, por una parte, se explica porque, para los perros, eres parte de «su manada» (el líder de ella si todo va como debería), mientras que para los gatos eres algo así como un «compañero de piso». Lo que se traduce en que los perros se sienten seguros en tu presencia, mientras que los gatos no.
Los perros confían en ti
Algo que podemos ver si sacas a pasear al perro. Que, sin importar donde se encuentre, mantendrá la calma en tu presencia. Mientras que si sacamos al gato de casa, aunque sea para llevarlo al veterinario, se pondrá en tensión hasta que vuelva a un lugar conocido.
Una consecuencia de su instinto de cazadores, ya que, en la naturaleza, los gatos cazan en solitario. De modo que no se sienten cómodos yendo a lugares potencialmente peligrosos en grupo.
Tu gato te quiere, pero no se fía
Lo que no significa que tu gato no te tenga cariño. Pero, sin embargo, los perros te sienten como parte de su familia. Algo que termina traduciéndose con más muestras de cariño por su parte, mientras que los gatos son más «pasotas».
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