Da igual si es verano o invierno, si es por la tarde o de noche. Una cerveza siempre apetece. No en vano es una de las bebidas más consumidas a nivel mundial. Y ya nos gusten de malta, de trigo o de cualquier otro cereal, siempre hay una cosa que tienen en común. Las botellas de cerveza son siempre del mismo color.
Las botellas de cerveza, o verdes, o marrones
O verdes o marrones, no hay más opciones. Desde que comenzaron a embotellarse, las botellas de cerveza tienen un armario poco colorido. Pero, como todo en la vida, hay una explicación (más que razonable) detrás de estos colores.
Algo de lo que se dieron cuenta los embotelladores tras la Primera Guerra Mundial, momento en el que la cerveza comenzó a ser consumida de forma masiva, es de que las botellas de cerveza tenían que tener unas características muy concretas para que el producto no se estropease.
Bloquear los rayos del sol y aguantar la presión
Por un lado, debía ser un material lo suficientemente resistente como para soportar la presión del CO2 de la bebida. Y, por otro, se encontraron con un problema que tenía que ver con la descomposición de los ingredientes. Porque si dejamos cerveza al sol, el resultado no nos gustará para nada (y no solo porque la cerveza caliente es imbebible).
Ya que, aunque parezca mentira, los rayos de sol descomponen la cerveza convirtiéndola en algo que huele, literalmente, como una mofeta. Ya que algunos de los componentes de esta bebida son los mismos que los que excreta el animal cuando siente peligro.
¿La solución? Teñir el cristal
Para evitar esto en las estanterías de las tiendas, se decidió, de forma muy ingeniosa ponerle gafas de sol a las botellas. ¿Cómo? Pues nada más y nada menos que tiñendo el vidrio. Pero como en época de guerra la escasez es el pan de cada día, no había suficiente vidrio marrón para abastecer la demanda.
Ahí es cuando entra en juego el verde. Que, aunque menos efectivo bloqueando rayos ultravioleta que el marrón, está varios niveles por encima del transparente. Y, aunque actualmente las botellas llevan un tratamiento que no hace necesario este paso, la mayoría de cerveceras quieren mantener la tradición.
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