Como ya sucede con nuestros ojos o nuestras huellas dactilares, no hay dos pares iguales en el mundo. Hecho por el que las empresas tecnológicas están comenzando a explorar las posibilidades que ofrece nuestra voz. Desde pagar con tu voz hasta abrir la puerta de tu casa con una orden, las posibilidades son ilimitadas.
Aunque, con esas posibilidades llegan las amenazas. Como por ejemplo que alguien nos grabe en el momento de dar una de estas órdenes y posteriormente utilice esa grabación de forma ilegítima. Porque ya se sabe que la mente de los criminales muchas veces no conoce límites.
Pagar con la voz es el futuro
Sin embargo, al menos de momento, la experiencia no está siendo mala del todo. Un ejemplo de ello son los asistentes de voz como Siri o Alexa, que tienen un gran éxito entre los usuarios.
Por otro lado, también hay que tener en cuenta todos los parámetros que hacen a cada voz única. Lo que complica (y mucho) la tarea de replicarla de forma exacta. Además, siempre cabe la posibilidad de combinar esta tecnología con otras ya existentes.
¿Adiós a las tarjetas de crédito?
Como podría ser una puerta que se abra únicamente si damos la orden mientras pulsamos un botón que escanea nuestra huella dactilar. Haciendo sumamente complicado que la abra un tercero. Por otro lado, si hacemos caso al resto de tecnologías existentes, seguramente se incluya alguna medida de seguridad para evitar el uso de grabaciones y similares.
De modo que, los más olvidadizos ya no tendrán que preocuparse si se les olvida la cartera a la hora de pagar. Ya que, como actualmente sucede con el móvil, muy pronto será posible pagar utilizando nuestra voz. Aunque, por supuesto, esta no es la única aplicación posible para esta tecnología.
Muchos más usos para tu voz
Desbloquear el móvil, abrir nuestro coche o entrar en la oficina son tareas que podrían llevarse a cabo mediante esta tecnología. Eliminando la necesidad de recordar infinitas contraseñas, llevar decenas de tarjetas y varias llaves encima.
Aunque, por supuesto, siempre hay personas que no terminan de fiarse de este tipo de avances hasta que no están bien consolidados. Una postura totalmente razonable teniendo en cuenta algunos de los incidentes que protagonizaron en sus inicios los pagos con el móvil.
Imágenes: Pixabay y Unsplash