Si te has ido de vacaciones alguna vez, casi seguro que has sido cliente de un hotel. Y, como la pillería nos puede muchas veces, a lo mejor te has llevado un «souvenir» de las instalaciones. No pasa nada, los hoteles saben que nos gusta sacar nuestro lado más cleptómano. Sin embargo, algunos de los objetos que más se llevan en un hotel siguen siendo sorprendentes.
Los «amenities» del baño
Esos botecitos tan monos de unos pocos usos que nos ponen en el baño para que no tengamos que andar llevando nuestro propio champú se cuentan entre los objetos que más se llevan en un hotel los huéspedes. ¿Por qué? Nunca lo sabremos.
En este pack también entran los kits deshechables de limas de uñas, peines y otros objetos similares.
Toallas
Un clásico entre los clásicos. ¿Qué es algo cutre? Pues sí, la verdad. Pero a la gente parece encantarle llevarse toallas. No sabemos si es por su suavidad, como un recuerdo o simplemente por llevarse algo que será «útil» pero millones de toallas son robadas cada año de los hoteles.
Aunque parece que los hoteles ya se han empezado a cansar de quedarse sin toallas y han comenzado a ponerle chips que indican su posición y se activan al salir del hotel.
Cuadros
Sí, puede parecer mentira, pero los cuadros decorativos de los hoteles también suelen ser objeto de deseo ajeno. Por eso mismo se cuelan en la lista de los objetos que más desaparecen de los hoteles. Aunque hay que resaltar que se trata de las pinturas en sí, no de los marcos.
Porque, siendo realistas, ¿en qué maleta cabe un cuadro con marco? Es mucho más práctico llevarse solo la pintura y buscarle un marco una vez en casa.
Cubiertos y vasos
Hay turistas que podrían (y probablemente lo hayan hecho) montarse una cubertería en casa todas las cucharas, cuchillos y tenedores que se han ido llevando de los hoteles. Aunque siempre habrá alguno que se excusará diciendo que es por el excesivo precio del servicio de habitaciones.
Los vasos, claro, tampoco se libran de ser «secuestrados» por algunos de los clientes del hotel. Aunque lo más seguro es que la mayoría de ellos no sobrevivan al vuelo posterior.
Albornoces
Claro, si nos llevamos esas toallas tan suaves, ¿cómo no vamos a llevarnos ese fantástico albornoz? Una de esas cosas que nunca tenemos en casa y, hasta que no vemos una oportunidad como esta no nos decidimos a añadir a nuestro baño.
Pero claro, siendo «gratis» la cosa cambia para muchos. Quienes no dudan en llevarse el albornoz de recuerdo.
La Biblia
Muchos hoteles tienen el detalle de dejar una copia de La Biblia en la mesita de noche. Y muchos huéspedes se lo toman como un regalo. Rompiendo, de paso, el mandamiento que reza «No robarás». Una de cal y otra de arena en lo que respecta al camino al cielo.
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