En Invierno la electricidad es un poco más cara que el resto del año. La culpa de esto la tiene el frío, claro, sin embargo al final siempre acabamos pagando los mismos, los consumidores. Por suerte para ti hoy te traemos un porrón de consejos que te harán ahorrar en la factura de la luz.
Y no, morirse de frío por no poner la calefacción no es uno de ellos, aunque lo hemos barajado.
1.- Nada de «StandBy»
¿Ves esa lucecita roja en la tele apagada? Eso es la luz de Standby. ¿Qué significa? Que la Tv está apagada pero sigue recibiendo corriente de la red eléctrica. Lo que se traduce en consumo. Puede no ser mucho, pero día tras día y sumando todos los aparatos es un buen pico.
Nuestro consejo es desactivar ese modo cuando sea posible. De esta forma conseguirás, seguro, ahorrar en la factura de la luz. Lo mismo va para consolas y ordenadores, claro.
2.- Los enchufes, mejor vacíos
Es muy tentador dejar el cargador del móvil conectado perpetuamente. O tener 27 cosas enchufadas «por si acaso». Pero la realidad es que eso es un gasto que, mes a mes, está inflando tu factura. Porque, aunque sea muy poco, esas cosas conectadas siguen haciendo coste y subiendo tu recibo.
¿La solución? Muy fácil, todo lo que no estés usando, desenchufado.
3.- Pásate al bajo consumo
Si sigues usando las bombillas «de toda la vida» lo más probable es que no sean de bajo consumo. ¿Qué significa esto? Que te está costando dinero seguir viviendo en el siglo pasado. Y es que, hoy en día, prácticamente todas las bombillas son LED y consumen una miseria en comparación.
Puntos extra si además te compras bombillas inteligentes que modulan el gasto cuando no están encendidas.
4.- Busca la «A» energética
Sobre todo a la hora de hablar de electrodomésticos grandes como neveras o lavavajillas es muy importante mirar su nivel de eficiencia energética. Y es que, cuanto mejor sea, menos consumirá (y menos contaminará). Lo que puede suponer tanto un ahorro como evitar que se te salten los plomos en casa.
El mejor de todos es el nivel «A» (que vendrá indicado en una pegatina), pero, por norma general, no deberías comprar nada que esté por debajo de «B».
5.- Hazte fan del modo bajo consumo
Este modo es algo relativamente nuevo, pero nosotros no podemos más que recomendarlo. ¿De qué va? Básicamente es un modo que gasta lo que necesita. Si tienes un aparato al máximo, gastará de forma normal, pero si no, ajustará la potencia que necesita.
Algo que se traduce en ahorrar en la factura de la luz a final de mes. Sobre todo si tienes muchos aparatos diferentes (y relativamente nuevos) por casa.
6.- A veces conviene pasarse al gas
Sobre todo en los electrodomésticos que más consuman, como las cocinas o la calefacción. ¿La razón? El gas es más eficiente energéticamente, por lo que, para conseguir la misma potencia, el gasto será mucho menor. Lo que, como te podrás imaginar, repercutirá favorablemente en tu cartera.
7.- Ojo con la calefacción
Sí, eso de pasarse el invierno en manga corta por casa mola mucho. Pero hay que ser razonables y, sobre todo en las épocas más frías, conviene abrigarse un poco en vez de subir la calefacción. No solo porque cuanta más demanda de energía haya más suben los precios, que también. Si no porque cuanto más tengas que calentar tu casa, más te costará.
Del mismo modo, en verano conviene más usar ropa más fresquita que convertir tu casa en un iglú durante tres meses.
8.- Aprovecha la noche
¿Tienes que poner una lavadora y un lavavajillas? Hazlo por la noche. En las horas en las que todo el mundo duerme la energía es más barata. Aprovecha esta circunstancia y usa esos electrodomésticos que más gastan entonces.
Lo mismo si tienes que poner algo al horno varias horas. Aprovecha estas horas «baratas» y conseguirás que tu factura mensual se reduzca.
9.- Aprovecha la luz natural
Puede sonar obvio, pero la realidad es que muchas veces simplemente pasamos. Sube la persianas y abre las cortinas y conseguirás que tu casa se ilumine, literalmente. De esta forma tendrás menos necesidad de andar encendiendo luces. Y, con ello, conseguirás ahorrar en la factura de la luz.
Si por desgracia tienes poca luz natural en casa, no te preocupes, porque un par de espejos bien puestos por casa te darán toda la luz que necesitas.
10.- Entra en el Siglo XXI
¿A qué nos referimos? A que, si tienes la ocasión, optes por la versión «inteligente» de los electrodomésticos y aparatos eléctricos. ¿La razón? Además de consumir menos, modulan lo que consumen.
Por lo que, más pronto que tarde, conseguirás ahorrar en la factura de la luz lo suficiente como para que merezca la pena.
11.- Revisa la potencia contratada
Además de por el gasto, las compañías eléctricas también cobran en función de la potencia que tienes contratada. Y, en muchas ocasiones, tenemos más de la que realmente necesitamos «por si acaso». Lo que termina con nosotros pagando por un servicio que no usamos.
¿Nuestro consejo? Revisa cuánto tienes contratado y cuánto gastas y ajusta la potencia a tus necesidades.
12.- Mira otras compañías
Del mismo modo que con los servicios de telefonía, en la mayor parte del mundo hay varias ofertas de empresas de energía. Por lo que si consideras que tu factura es demasiado abultada siempre puedes comprobar qué te ofrecen las demás.
Es posible que ya tengas la mejor oferta, sin embargo, nunca está de más comprobarlo.
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