Sí eres muy de tomar café, seguro que sabes distinguir entre un café bueno, uno regular y uno tirando a malo, ¿verdad? Pero ¿si te ponen delante el café más caro del mundo sabrías distinguirlo? Lo más probable es que sí, sobre todo por los 35 dólares (la más barata del mercado) que cuesta cada taza. Pero claro, un tipo de café no se convierte en el más caro y solicitado del mundo sin una buena razón.
¿De dónde sale el café más caro del mundo?
Lo normal si pensamos en la producción del café es que nos vengan a la cabeza imágenes de grandes plantaciones, sacos y sacos y Colombia o Brasil. Sin embargo, el Kopi Luwak tiene un proceso un poco más complicado. De entrada, hay que cambiar Brasil o Colombia por Sumatra.
Aunque eso no es lo único diferente. Y es que uno de los primeros pasos en la producción del café más caro del mundo tiene que ver con las civetas. Más concretamente con las civetas indonesias. Y es que para conseguir esta café hay que darle de comer granos de café a estos animales.
Un proceso laborioso
A continuación hay que coger los excrementos (con los granos de café en ellos) y procesarlos para eliminar todas las bacterias y elementos indeseables del producto. Y aquí es donde reside la principal diferencia y el motivo del precio de este café. La digestión del animal provoca un efecto en los granos de café que altera su sabor y su aroma.
Lo que nos deja con un café que pierde mucho de su amargor para transformarlo en dulzor y sabor especiado. Una experiencia que, realmente, poco tiene que ver con el café tradicional. Pero claro, si al año se producen únicamente entorno a 500 kilos de este tipo de café, es normal que se busque un factor diferenciador.
Hasta 1200 dólares el kilo
Precisamente por eso (y por el elaborado proceso de producción) el Kopi Luwak se vende a precios de hasta 1200 dólares el kilo. Algo lejísimos de los precios normales del café, que oscilan entre los 6 y 20 dóalres el kilo.
Pero claro, la exclusividad se paga. El lado bueno es que este café no es plato de buen gusto para todos los cafeteros del mundo. Y es que llevarte a la boca el producto de unas heces animales no termina de llamar a todo el mundo.
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