Se conoce como pesadilla a un sueño desagradable que te genera angustia, miedo, ansiedad o terror. Y a prácticamente todo el mundo le ha pasado alguna vez. Sin embargo, las opiniones están divididas entre los que creen que son «solo sueños» y los que opinan que tener pesadillas a la hora de dormir es perjudicial para ti.
Las diferentes fases del sueño
Y es que es cierto que, en muchas ocasiones, esas pesadillas terminan despertándote. Lo que puede repercutir en la calidad de tu sueño. Aunque, en muchas otras ocasiones, estos sueños llegan justo en el momento en que suena nuestra alarma y no alteran nuestras horas de descanso.
Aunque, para responder a esta cuestión debemos conocer las tres fases por las que pasamos al dormir. La primera es la fase de «sueño ligero«, donde estamos dormidos pero es relativamente sencillo despertarnos. Después entramos en la fase de sueño profundo, donde prácticamente no nos enteramos de nada de lo que sucede a nuestro alrededor.
No todos los sueños «malos» son pesadillas
Finalmente entramos en el sueño REM (Movimiento Rápido de Ojos), una fase donde hacemos «revisión» de lo ocurrido durante el día. Aprovechando para filtrar lo importante y positivo y dejar fuera lo «malo» o poco relevante.
Es en esta fase en la que soñamos. Y, según datos del banco de sueños hospital Pitié-Salpêtrière, hasta un 82% de estas fantasías serían violentas o negativas. Aunque esto es algo positivo para ti. Porque, en cierto modo, te «prepara» para escenarios similares en la vida real. Como si de una suerte de entrenamiento psicológico se tratase. Sin embargo, las pesadillas suponen un porcentaje muy pequeño de ese tipo de sueños.
¿Es malo tener pesadillas a la hora de dormir?
Aunque, muy a nuestro pesar, las pesadillas van un paso más allá. Llegando a sobrepasar la barrera del «entrenamiento» y provocando angustia y miedo reales a tu cerebro. Lo que se traduce en que, en lugar de prepararnos para este tipo de eventos, hace que los veamos como peores aún de lo que son.
Además, la exposición a este tipo de experiencias de forma recurrente puede agravar (o causar) escenarios de angustia o depresión, además de hacer que reacciones de forma más exagerada a episodios emocionales negativos. De modo que tener pesadillas a la hora de dormir no solo puede arruinarte el sueño, si no que puede que te afecte en otros ámbitos de forma negativa.
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