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Si pensamos en unicornios pensamos también en hadas, duendes y elfos. Pensamos en un caballo con un cuerno en la frente que va soltando arcoiris a su paso. En definitiva, pensamos en fantasía. Sin embargo, el descubrimiento de un fósil de unicornio en Kazajistán parece que va a tirar por tierra nuestra imagen de este mítico animal.
Este fósil de unicornio nos aleja de los cuentos
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Aunque, para desgracia de muchos, no es posible ver unicornios hoy en día. Y es que, según apunta este descubrimiento, estas fantásticas criaturas ya no están entre nosotros. Sino que llevarían extintas unos 350.000 años.
Por otra parte, la imagen que se ha podido formar a partir de este fósil tampoco es la esperada. Más allá de la imagen de fantasía de un esbelto animal, tenemos algo similar a un mamut o a un rinoceronte. Una criatura bastante alejada de nuestra idea original.
El tamaño de los unicornios
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Además de eso, este fósil de unicornio (unicornio siberiano para más señas) también nos permite saber cómo de grandes eran estos animales. Midiendo en torno a los dos metros de alto y cuatro de largo. Lo que podría traducirse en el tamaño de un coche.
De modo que nos queda una criatura de unas cuatro toneladas y unas medidas muy alejadas de lo esperado. Sin embargo, ahí algo que sí que se mantiene. Y es que, en efecto, los unicornios tenían un único cuerno en la cabeza.
Tenían un cuerno, pero no soltaban arcoiris
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También estaban recubiertos de pelo, aunque se trataba más bien de un pelo duro y pensado para proteger del frío como el de los mamuts de la era glacial que un pelaje suave y de cuento como el de los caballos.
Aunque, a pesar de las diferencias, ya podemos decir, sin miedo a equivocarnos, que los unicornios son reales. Y si alguien se atreve a deciros que es mentira, ahora tendréis pruebas de ello.
Imágenes: Unsplash