Jeanne Calmet falleció el 4 de agosto de 1997. Tenía 122 años y 164 días. Así se recogió en todos los medios de comunicación y así pasó a la historia y al libro Guiness de los Récords, como la persona más longeva en la historia de la humanidad.
El matemático Nikolay Zak y el gerontólogo Valery Novoselov aseguran que la hija de Calment, Yvonne Calment, asumió la identidad de su madre décadas antes, con la pragmática voluntad de ahorrarse el impuesto de sucesiones. Han estudiado a fondo el caso de la mujer de Arlés (Francia) y han llegado a la conclusión de que fue un fraude.
Están convencidos de que quien murió en 1997 fue Yvonne, a los 99 años, no a los 122. La única manera de aclarar las cosas sería exhumar los cuerpos de las dos mujeres, que están enterrados en el cementerio de Trinquetaille, en Arlés, y realizar las pruebas pertinentes.
En un documento otorgado al Centro para la Educación Matemática Continua de Moscú, Zak cita discrepancias entre el color de ojos de Jeanne Calment, su altura y la forma de su frente en base a una copia de una tarjeta de identidad de la década de 1930 y su aspecto durante los años siguientes de su vida.
Otro factor adicional, quizás más relevante, a favor de la suplantación es que, a la muerte (supuesta) de Yvonne, el 19 de enero de 1934, a consecuencia de una pleuresía, sólo hubo un testigo que certificara su muerte, y no era ni médico ni enfermera. Los investigadores rusos piensan que el extraordinario parecido entre la madre y la hija pudo facilitar la confusión y el engaño.
Calment, nacida 10 años antes de la construcción de la Torre Eiffel, un año antes de que Graham Bell patentara el teléfono y que tenía 70 años cuando las mujeres sufragistas consiguieron el derecho al voto para las mujeres en Francia, solía decir «Creo que Dios se ha olvidado de mi«. Su verdad o su secreto, se fuero con ella a la tumba.
Parece poco probable que se exhumen los restos de las mujeres y Arlés se cierra en banda a la hora de preservar la honra de su ilustre vecina. El descendiente más cercano, un nieto, falleció también hace décadas.