No hacen falta estudios para saber que dormir poco no es algo bueno. Sin embargo, dormir menos horas de las debidas es incluso peor de lo que pensamos. Ya que no solo nos deja cansados, sino que tiene una serie de consecuencias a largo plazo que todos queremos evitar.
Dormir poco impide que tu cerebro se regenere
Esto es debido a que, al dormir menos, reducimos las horas en las que nuestro cerebro se «regenera». Por lo que no somos capaces de solventar el daño hecho durante el día. Algo que, si es eventual, no supone ningún problema, pero si se trata de una costumbre va haciendo mella.
Entre esas consecuencias encontramos el deterioro en la regeneración del cerebro, la propensión a enfermedades como el alzheimer o un aumento en las posibilidades de sufrir enfermedades cardiacas. Además de que, poco a poco, nos va costando cada vez más recordar cosas o aprender algo nuevo.
Deberíamos dormir al menos 7 horas
La cifra mágica se coloca en las siete horas de sueño. Que sería, según Matthew Walker, de la Universidad de Berkeley, el mínimo de horas que deberíamos dormir cada día. Una cifra menor significaría menos descanso del que necesita nuestro cerebro.
El alcohol también puede perjudicar a nuestro sueño
Por otro lado, al perder horas de sueño, también podemos sufrir problemas digestivos, de vista, de concentración o un aumento en nuestros niveles de ansiedad y propensión a la depresión. Efectos causados por la pérdida de eficiencia en esas tareas derivadas de una falta de descanso.
De modo que está claro que un buen descanso es imprescindible para vivir una vida larga y sana. Así como moderar nuestra ingesta de alcohol, que también tiene efectos negativos en nuestro sueño. Por lo que deberíamos evitarlo si estamos especialmente cansados o llevamos mucho tiempo sin dormir.
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