Con la llegada del invierno , sus cambios de temperatura y los principios de resfriados, nos embarcamos en el uso compulsivo del zumo de naranja como escudo defensor. Numerosos estudios científicos han desestimado ya la teoría de que las moléculas de la vitamina C son capaces de combatir el virus del resfriado o de la gripe. Es un error comúnmente asumido, debido a un estudio de Linus Pauling, Premio Nobel de de Química y de la Paz, que en los años 70 publicó “La Vitamina C y el resfriado común”.
La Vitamina C tiene otros beneficios y, aunque no es un anticarro, tiene ventajas para la salud. Por ejemplo, reduce los niveles sanguíneos de cortisol y, por lo tanto, el estrés. Ayuda a la reducción de la presión arterial, algo crítico para personas con hipertensión. Se considera un buen aliado en la lucha contra el cáncer ya que bloquea a la proteína HIF-1, que alimenta de energía a las células cancerígenas. La vitamina C es un gran reparador de nuestra piel tras exponernos al sol, además.Puestos a desmitificar, olvídate de la idea de que la naranja es el alimento con más aporte de vitamina C.
Esta fruta contiene de media 53 mg de vitamina C (40 – 80 mg por 100 g). Descubre qué otros alimentos debes tomar para ingerir vitamina C.