Tienes días libres en el trabajo, un puente más largo de lo normal o simplemente muchas ganas de irte de viaje, pero te pones a echar cuentas y los números no salen. Lo cierto es que viajar sin arruinarte es todo un arte, de modo que, prepárate, porque te vamos a enseñar como ser un maestro en el ahorro.
Reserva con antelación
Lo primero que hay que saber a la hora de ahorrar es viajes son las fechas. Ya que reservando con mucha antelación nos adelantaremos a los demás turistas y la subida de precios que eso conlleva. De modo que, si tenemos claro el destino y las fechas, lo ideal sería reservar lo más pronto posible.
Aunque eso suponga tener en la mesita de noche los billetes durante dos o tres meses. Porque de este modo nos aseguramos de que no nos apliquen ningún recargo «por alta ocupación» o similares.
Si no te importa, viaja en temporada baja
Si no queremos esperar tanto para viajar, otra solución es ser flexibles con las fechas y viajar en temporada baja. Vale que unas vacaciones en octubre no molan tanto como unas en julio, pero tienen sus ventajas.
Por un lado, ahorraremos un montón, tanto en vuelos como en alojamiento, e incluso en el propio destino. Ya que los precios «para turistas» se habrán quedado en los meses anteriores.
Además, nos ahorraremos formar parte de la marea de viajeros que invaden los principales sitios durante el periodo estival. Permitiéndonos ver los lugares más icónicos más a gusto y sin tantas presiones.
Compara, compara y vuelve a comparar
Si sólo miras en un sitio web o en una agencia de viajes, lo más probable es que vayas a pagar de más. Comparando (ya sea mediante el uso de comparadores o a mano) te aseguras de que estés consiguiendo el mejor precio, ya sea para un vuelo, un hotel o una excursión en el destino.
Un detalle a tener en cuenta es comparar en el «Modo incógnito» del navegador. Ya que de esta forma no guardarán nuestras cookies y subirán el precio en consecuencia.
Vuela a aeropuertos alternativos
En muchas ocasiones, volar a los principales aeropuertos puede costarnos mucho más caro que volar a aeropuertos alternativos. Y, aunque estén un poco más lejos o un poco peor conectados, puede merecernos la pena si el ahorro en los vuelos es significativo.
Aunque lo más probable es que si vuelas con compañías low cost acabes en uno de estos aeropuertos. Pero ojo, porque a pesar de ser los principales aeropuertos de estas compañías, sus precios suelen ser bastante altos en lo que a comida y bebida se refiere.
Sé flexible con tu destino
Tal vez, la mejor forma de viajar sin arruinarte. Porque, como en el mundo del mercado inmobiliario, la localización lo es todo. Y hay lugares que, por su distancia, son más caros. No hay vuelta de hoja ni nada que se le pueda hacer.
Sin embargo, otros sitios más cercanos (y a lo mejor menos visitados) suelen ofrecer precios espectaculares y aventuras más originales, ya que no están masificados. Lo que puede resultar en un viaje inesperado e inolvidable.